lunes, 24 de agosto de 2009

Traducir a nosotros mismos

Mario Bellatin en su libro El jardín de la señora Murakami hace algo que más tarde repetiría en Shiki Nagaoka: Una nariz de ficción: Escribe su propio libro como si de una traducción se tratara. Ambas historias suceden en un país de oriente que, si ponemos atención, no podríamos señalar exactamente cuál es. Bellatin nos habla de personas y de autores y de lugares que no son reales como si en algún momento hubieran existido. Para cuestiones del universo literario que éste autor se ha propuesto crear, lo logra. En el caso de Shiki Nagaoka hasta sentimos un impulso de salir a buscar alguno de esos libros que éste genio literario ficticio nos legó.

Mario Bellatin tiene esa obsesión por las obras extranjeras, más preciso por las traducciones que se hacen y la forma en que estas obras, al ser traducidas, toman un aire diferente, extraño, onírico, y que lo ha llevado a explorar esos sentimientos por parte del lector. De hecho, le interesa tanto el tema de las traducciones que él mismo ha manifestado que sus propios libros, los ya publicados y que ahora mismo están siendo traducidos al inglés y al francés y a otros tantos idiomas, no volverán a ser publicados en su forma original, sino en traducciones que se hagan de las mismas obras traducidas a idiomas extranjeros. Eso es como despojar a la obra de la mano de un solo autor y darle muchos más autores (tantos como traductores haya habido en el proceso). Una propuesta que a mis ojos suena deliciosa.

Izu, hija dedicada al cuidado de un padre enfermo, es una estudiante de arte talentosa. Por encargo de su profesor cierta tarde visita la célebre colección de arte del señor Murakami, hombre mayor, viudo y rico, de misteriosas costumbres y rodeado por el escándalo, el cual comienza a cortejarla. De la visita surgirá un ensayo crítico que tendrá para ella consecuencias imprevisibles: el asombro de protectores y adversarios, una doble traición y una venganza minuciosamente urdida en su contra. Un día, años después de su matrimonio con el señor Murakami, Izu, que suele refugiarse al borde del estanque, ve entre los destellos del crepúsculo el espectro de su marido agonizante y toma una decisión irreparable: destruir aquel exquisito jardín, por más que sea el único rincón de la casa que aún le brinda cierto goce entre tanta abnegada humillación.

Indiscutiblemente bella, El jardín de la señora Murakami es una obra que nos recuerda claramente a los grandes maestros de la literatura japonesa tales como Yasunari Kawabata y Yukio Mishima (de los cuales Mario Bellatin ha declarado su predilección) y que por momentos también nos remontan a las obras de Jorge Luis Borges (en cuanto a la creación de universos y mitologías autocontenidas). Pero sobre todo, y al haber sido escrita por la mano de un autor occidental, lleva el sentimiento, la firma, la admiración de un hombre que ha sabido, con su obra, hacer un muy digno homenaje a las letras japonesas.

Lean esta pequeña novela y disfruten de un autor que gusta de escribir sus libros como si de una traducción de su propia obra se tratara.


El Jardín De La Señora Murakami
Mario Bellatin (Ed. Tusquets)
Idioma: Español
ISBN: 8483101904. ISBN-13: 9788483101902
112 p. ; 21x14 cm. (01/11/2001).

1 comentario:

Pachita Rex dijo...
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