martes, 7 de diciembre de 2010

¿Y cómo debe ser la literatura?

La literatura debe ser como la mejor novia que hayas tenido. Debe ser hermosa, divertida, un poquito tonta, un poquito sabia. Debe tener una voz linda con la cual nos sepa acariciar el corazón. Debe hacernos compañía en la soledad y hacernos reír en la tristeza. Debe asombrarnos un poco y hacer que nos sintamos orgullosos cuando la llevemos del brazo.

Debe ser un poquito musical y al mismo tiempo fluir como un río. Debe enseñarnos cosas nuevas, dejarnos con la boca abierta pero nunca hacernos sentir como si fuéramos idiotas. Debe ser rica como el café, dulce como un ate de guayaba, refrescante como el agua fría, suave como las piernas de un bebé.

Por momentos debe estar enojada, por momentos alegre, por momentos gritar de miedo y por momentos guardar silencio mientras sostiene nuestra mano. Debe decir las cosas sin temor a lo que los demás piensen. Debe ser bonita aún cuando esté dormida.

Debe saber emborracharse, fumar, nadar desnuda, correr descalza, hablar fuerte en una cueva oscura, tener ideas propias, buscar nuevos caminos, ser coherente, tener buenos sentimientos y sobre todo saber caerle bien a tu mamá, aunque tu mamá tenga ideas extrañas y luego se escandalice por las faldas tan cortas que usa cuando ella te va a visitar a la casa.

Ser también un poco refinada, saber utilizar todos los cubiertos en una cena de gala, cambiar la llanta del auto, dormir a la intemperie, pararse de cabeza, sacarte de un aprieto cuando sus padres los descubran haciendo el amor en la sala. Tener la piel tersa y los ojos maravillosamente castaños.

Cuando se peleen, ella debe saber defenderse, llorar como lo hacen las niñas pero pelear como lo hacen las campeonas. Debe saber ganar pero también debe saber perder. Que sus dedos sean pequeñitos y gorditos y te sientas feliz de sólo verlos.

Y que le guste que la toques.

Y que le guste que le hagas el amor.

Y que se desvelen juntos y que por la mañana no se quiera despertar y que la beses en el hombro mientras ella se envuelve otro poco en el edredón. Pero que al final te diga que sí, que quiere estar contigo y acompañarte todo el día. Debe gustarte mucho aunque esa mañana se haya levantado de malas y le huelan un poquitín feo los pies.

Debe saber convertirse en el sitio en el que siempre te guste estar, a quien siempre te guste escuchar, con quien siempre quieras andar.

La literatura también debe saber renovarse, cambiar, adaptarse, evolucionar. Ser la voz de su época pero pensar siempre en la eternidad. Debe saber romper barreras, brincar obstáculos, superar sus propias limitaciones, alcanzar nuevos horizontes. Nunca debe detenerse para mirar el pasado con nostalgia. Debe tener siempre ambiciones de aprender.

Debe ser divertida y comer, aunque sea a veces, un poco de comida china.

Y tener sentimientos. Buenos sentimientos. Malos sentimientos.

Ser humana. Muy humana.

En fin, debe ser como la mejor novia que siempre quisiste tener.

4 comentarios:

Maya dijo...

Me gusta tu reflexión, la literatura, a mi parecer, debe permitirme robar pedazos de vidas ajenas, debe recordarme por que merece la pena estar viva, debe partirme el corazón y poner una sonrisa en mis labios, debe sustraerme del mundo y crear un nuevo universo, solo para mi...¡Saludos!

Pachita Rex dijo...

:)

Raúl Tamez dijo...

Me gusta mucho Carlos. Lindo, lindo, airoso, buen ritmo y buenas metáforas.
Esa sería mi literatura ideal pero un poquito más gay. El remate de la foto de Pachita al final, no tiene parangón.

Miranda dijo...

Soberbio!!
Debe tener todo y tan en justa medida que simplemente no puedas apartarla nunca de tu vida, tenerla como tu más grande tesoro, tu más loco secreto y tu mas profundo amor =)

Felicidades por las metáforas... son hermosas, tanto como la foto que las enmarca!!!